San Felipe y Santiago

San Felipe y Santiago, Apóstoles de Cristo y Testigos del Evangelio

El 3 de mayo, la Iglesia celebra la fiesta conjunta de San Felipe y Santiago el Menor, dos de los Doce Apóstoles de Jesús. Estos hombres, llamados por el Señor para ser testigos de su vida, muerte y resurrección, desempeñaron un papel fundamental en la expansión del cristianismo. Su entrega y martirio son un ejemplo de fidelidad y amor a Cristo hasta las últimas consecuencias.

San Felipe fue un apasionado evangelizador, quien, según la tradición, llevó la fe hasta Asia Menor. Santiago el Menor, por su parte, fue el primer obispo de Jerusalén y una de las columnas de la Iglesia naciente.

En esta festividad, recordamos su testimonio, pidiendo su intercesión para que también nosotros seamos valientes discípulos de Cristo en el mundo actual.


San Felipe: El Apóstol del Encuentro con Cristo

San Felipe era originario de Betsaida, la misma ciudad de Pedro y Andrés. Fue uno de los primeros llamados por Jesús y se convirtió en un puente para otros, llevándolos al encuentro con el Señor.

Felipe en los Evangelios

  • El llamado de Jesús: En Juan 1,43-46, Jesús le dice: «Sígueme». Felipe, lleno de entusiasmo, corre a contarle a Natanael (Bartolomé) y lo invita a conocer al Maestro.
  • La multiplicación de los panes: En Juan 6,5-7, Felipe expresa su preocupación por cómo alimentar a la multitud, mostrando su mentalidad práctica.
  • La Última Cena: En Juan 14,8-9, Felipe le dice a Jesús: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta», a lo que Jesús responde: «Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre».

Después de Pentecostés, Felipe predicó el Evangelio en Asia Menor y Frigia. Según la tradición, murió crucificado en Hierápolis (actual Turquía), sellando su vida con el martirio.


San Santiago el Menor: El Primer Obispo de Jerusalén

Santiago el Menor es identificado con Santiago, hijo de Alfeo, mencionado en los Evangelios. Se le distingue de Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo. Fue uno de los líderes de la Iglesia primitiva y el primer obispo de Jerusalén.

Santiago en la Iglesia Primitiva

  • Hombre de oración: Según la tradición, Santiago pasaba largas horas en el templo orando por la conversión del pueblo de Israel.
  • El Concilio de Jerusalén: En Hechos 15, desempeñó un papel clave en la decisión de no imponer la ley mosaica a los gentiles convertidos.
  • Su Epístola: La Carta de Santiago, incluida en el Nuevo Testamento, es una exhortación a la fe viva, la perseverancia y la caridad.

Según la tradición, fue martirizado en Jerusalén alrededor del año 62. Algunos relatos dicen que fue arrojado desde lo alto del templo y luego apedreado hasta la muerte.


El 3 de Mayo: Fiesta de San Felipe y Santiago

La Iglesia celebra juntos a San Felipe y a Santiago el Menor porque sus reliquias fueron trasladadas a Roma y depositadas en la Basílica de los Santos Apóstoles. Esta festividad es una oportunidad para recordar su testimonio y renovar nuestro compromiso con Cristo.


Oración a San Felipe y Santiago, Apóstoles

Oh gloriosos apóstoles San Felipe y San Santiago,
fieles testigos del Evangelio y ardientes predicadores de Cristo,
hoy acudimos a ustedes con humildad y confianza,
pidiendo su intercesión ante el Señor.

San Felipe, que con entusiasmo seguiste a Jesús y llevaste a otros a su encuentro,
enséñanos a ser discípulos misioneros,
a compartir la fe con valentía y a confiar en el poder de Dios,
aun cuando nuestros recursos parezcan insuficientes.

San Santiago, pastor y guía de la Iglesia en Jerusalén,
danos la sabiduría para vivir con coherencia el Evangelio,
la fortaleza para perseverar en la oración
y la caridad para servir a nuestros hermanos con amor sincero.

Apóstoles santos, que entregasteis vuestra vida por Cristo,
ayudadnos a ser firmes en la fe,
fieles en la adversidad y constantes en el amor a Dios y al prójimo.

Por vuestra intercesión,
que el Señor nos conceda la gracia de seguirlo con todo el corazón
y alcanzar un día la gloria eterna.
Amén.


San Felipe y San Santiago nos enseñan que el verdadero discipulado implica entrega total y fidelidad hasta el final. Su vida y su martirio son un testimonio de amor inquebrantable a Cristo. En su fiesta, pidamos su intercesión para que nuestra fe sea fuerte, nuestra vida coherente y nuestro testimonio valiente.

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