San Mauro, Abad: Protector de los Monjes y Milagroso Sanador
San Mauro, nacido en Roma alrededor del año 512, es conocido por ser uno de los primeros y más queridos discípulos de San Benito de Nursia. Proveniente de una familia noble, Mauro fue enviado a la abadía de Subiaco a una edad temprana para recibir una educación monástica bajo la guía de San Benito. Su devoción y obediencia lo convirtieron rápidamente en uno de los monjes más destacados.
En el año 543, San Benito envió a Mauro a Francia para fundar monasterios y expandir la Regla Benedictina. Allí, Mauro estableció la abadía de Glanfeuil, que se convirtió en un importante centro de espiritualidad y aprendizaje. Su vida estuvo marcada por numerosos milagros, incluyendo el famoso episodio en el que caminó sobre las aguas del río Loira para salvar a un joven monje llamado Plácido.
San Mauro también es conocido por sus habilidades curativas. Se dice que curó a muchos enfermos y necesitados a lo largo de su vida, lo que le valió una gran reputación como sanador milagroso. Su dedicación a la vida monástica y su capacidad para realizar milagros lo convirtieron en una figura venerada tanto en vida como después de su muerte.
Por qué se celebra el 14 de enero
La festividad de San Mauro se celebra el 14 de enero, fecha de su fallecimiento en el año 584. Esta fecha fue elegida para honrar su vida y legado, recordando su devoción a la vida monástica y sus numerosos milagros. Su tumba en la abadía de Glanfeuil se convirtió en un lugar de peregrinación, y su culto se extendió rápidamente por toda Europa.
Oración a San Mauro
«Oh glorioso San Mauro, abad y protector de los monjes, que con tu obediencia y devoción seguiste fielmente la Regla de San Benito y realizaste numerosos milagros en nombre del Señor, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Altísimo. Ayúdanos a seguir tu ejemplo de humildad y servicio, y a enfrentar con valentía las pruebas de nuestra vida. Que tu espíritu de sacrificio y amor nos inspire a vivir en la verdad y la caridad, y que podamos encontrar en ti un guía y protector en nuestro camino espiritual. Amén.»
San Mauro es un ejemplo de dedicación y milagros en la vida monástica. Su vida y obra continúan inspirando a los fieles a seguir su ejemplo de devoción y servicio a la Iglesia.