Nuestra Señora del Pilar: Madre del Evangelio y columna firme de la fe
La advocación de Nuestra Señora del Pilar es una de las más antiguas y queridas de la Iglesia. Venerada en la ciudad de Zaragoza, España, se trata de la primera aparición mariana conocida en la historia del cristianismo y la única ocurrida en vida de la Virgen María, según la tradición. El amor que se le profesa desde hace siglos ha traspasado fronteras, convirtiéndola en Patrona de la Hispanidad, símbolo de unidad y guía espiritual de los pueblos evangelizados por la misión española.
Nuestra Señora del Pilar no es solo una imagen venerada: es un pilar espiritual, maternal y misionero, que ha acompañado a generaciones de fieles en sus luchas, esperanzas y proyectos. Su presencia es señal de consuelo, fortaleza y fidelidad a Cristo.
La aparición al apóstol Santiago
Según la venerada tradición cristiana, hacia el año 40 d.C., el apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, estaba evangelizando la región de la César Augusta romana, actual Zaragoza, España. Desanimado por la escasa acogida del mensaje de Cristo, Santiago se retiró a orar con algunos discípulos a orillas del río Ebro.
Allí, en la madrugada del 2 de enero del año 40, se le apareció la Virgen María en carne mortal, sostenida por ángeles, quien le entregó como signo una columna de jaspe, sobre la cual pidió que se construyera un templo dedicado a ella. Le dijo con ternura:
“Santiago, aquí permanecerá esta columna como señal de mi presencia, y sobre ella se edificará una iglesia en mi honor. El poder del Altísimo hará milagros por mi intercesión y por los méritos de mi Hijo.”
Esta aparición, aceptada y celebrada por siglos en la piedad católica, marca el inicio del culto a la Virgen María bajo la advocación del Pilar. Es, además, la primera basílica mariana del mundo, construida sobre una presencia viva de María.
Una devoción que ha cruzado siglos y fronteras
Desde entonces, Nuestra Señora del Pilar ha sido centro de peregrinación, de milagros, de vocaciones y de consuelo para el pueblo fiel. A lo largo de los siglos, la devoción fue creciendo, especialmente durante la Reconquista, y recibió apoyo de reyes, papas y santos.
El 12 de octubre de 1642, el Papa Inocencio XIII permitió celebrar su fiesta litúrgica. Más adelante, el Papa Pío XII la proclamó Patrona de la Hispanidad en 1948, reconociendo la dimensión continental de su devoción. En este día, millones de católicos en España y América Latina celebran el don de la fe recibido a través de la misión evangelizadora española, bajo la guía maternal de la Virgen del Pilar.
El lugar de la aparición es hoy la imponente Basílica del Pilar de Zaragoza, uno de los mayores templos marianos del mundo. Allí se encuentra la venerada imagen de la Virgen sobre el pilar original, que permanece expuesto sin vestidura una vez al mes y el 2 de enero.
¿Cuándo se celebra a Nuestra Señora del Pilar?
La fiesta litúrgica de Nuestra Señora del Pilar se celebra el 12 de octubre, día que también coincide con el Día de la Hispanidad. Esta fecha une la espiritualidad con la historia, la fe con la cultura, en un canto de gratitud por la obra evangelizadora en los pueblos de habla hispana.
Es patrona de España, de la Guardia Civil, de Zaragoza y de toda América hispana. Su mensaje sigue vigente: María permanece con nosotros como columna firme en la fe.
Oración profunda a Nuestra Señora del Pilar
Virgen del Pilar, Madre del Redentor, columna viva de nuestra fe, tú que apareciste al apóstol Santiago para fortalecer su misión y confirmarle en el amor, hoy también te pedimos que sostengas nuestra vida en medio de las tormentas del mundo. Tú que eres firme como la piedra y suave como el consuelo de Dios, guíanos con tu mirada materna hacia el corazón de tu Hijo.
Tú que no abandonas a los que anuncian el Evangelio, acompáñanos en nuestras luchas por vivir en fidelidad, por amar sin cansancio, por creer cuando cuesta. Sé el pilar de nuestras familias, de nuestras comunidades, de la Iglesia entera.
Madre de la Hispanidad, bendice a todos los pueblos de lengua y cultura hispana, para que no se olviden de sus raíces cristianas. Haz que el Evangelio florezca de nuevo en nuestras tierras, y que cada hogar sea un pequeño santuario donde tú seas Reina y Señora.
Nuestra Señora del Pilar, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.