San Lucas evangelista: Cronista de la misericordia y testigo de la esperanza
San Lucas es uno de los cuatro evangelistas, autor del Evangelio según San Lucas y de los Hechos de los Apóstoles. Su obra representa más de una cuarta parte del Nuevo Testamento, y está marcada por una profunda sensibilidad teológica, literaria y espiritual. Fue un discípulo fiel, médico de profesión, compañero de San Pablo y testigo del nacimiento de la Iglesia.
Su estilo es delicado, poético y preciso. En su Evangelio se destacan temas como la misericordia, la salvación universal, el papel de la mujer, la oración, el gozo y la acción del Espíritu Santo. Lucas no fue apóstol, ni testigo ocular de Jesús, pero investigó cuidadosamente los hechos, entrevistó testigos, y escribió guiado por el Espíritu Santo.
Orígenes y encuentro con la fe
Lucas nació probablemente en Antioquía de Siria, en una familia pagana, y era de cultura griega. Médico de profesión, conocía bien el cuerpo humano, pero un día conoció a quien cura el alma: Jesucristo, a través de la predicación de los apóstoles.
Se convirtió al cristianismo y se unió al ministerio de San Pablo, acompañándolo en varios de sus viajes misioneros. Pablo lo menciona en varias cartas como “el médico amado” (Col 4,14) y como su único compañero fiel durante los últimos días de prisión en Roma (2 Tim 4,11).
Durante sus años junto a Pablo y otros discípulos, Lucas recopiló información de primera mano sobre la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, y sobre el crecimiento de la Iglesia. Así nació su obra sagrada, escrita no solo con rigor histórico, sino con un corazón orante y compasivo.
El Evangelio de la misericordia
El Evangelio de San Lucas es llamado con frecuencia el Evangelio de la misericordia, porque en él aparecen algunas de las parábolas más conmovedoras y exclusivas:
- El Buen Samaritano,
- El Hijo Pródigo,
- La moneda perdida,
- El rico y Lázaro,
- La viuda persistente,
- El publicano arrepentido…
Además, San Lucas destaca el papel de María, la Madre de Jesús, con textos únicos como la Anunciación, el Magníficat, la Visitación, el Nacimiento en Belén y la presentación del Niño en el Templo. Ningún otro evangelista nos acerca tanto al corazón materno de la Virgen.
También resalta el papel de las mujeres, los pobres, los pecadores arrepentidos, los enfermos y los marginados. Es el Evangelio de la ternura divina, de la salvación para todos los pueblos.
Los Hechos de los Apóstoles: el libro del Espíritu
La segunda gran obra de San Lucas son los Hechos de los Apóstoles, relato inspirado de la vida de la Iglesia primitiva, desde la Ascensión del Señor hasta los viajes misioneros de Pablo. Es el Evangelio del Espíritu Santo, que muestra cómo la gracia actúa en los corazones y cómo los primeros cristianos vivieron con fe, coraje y unidad.
Los Hechos de Lucas son una puerta abierta al fuego de Pentecostés, a la misión, a la fraternidad y a la fidelidad de una comunidad naciente, aún bajo persecución. Su estilo revela no solo erudición, sino un alma enamorada de la acción de Dios en la historia.
Muerte y veneración
San Lucas murió, según la tradición, a una edad avanzada, probablemente en Grecia, después de haber predicado el Evangelio con fidelidad. Se le atribuye también el inicio de la iconografía cristiana, y se le venera como el primer pintor de la Virgen María, aunque esto pertenece más a la tradición devocional que al dato histórico.
Sus reliquias se veneran en Padua (Italia) y en otras partes del mundo. Su figura ha sido amada por la Iglesia desde los primeros siglos como testigo de la misericordia, amigo fiel, evangelista del Espíritu y cronista de María.
¿Cuándo se celebra a San Lucas, evangelista?
La Iglesia celebra la fiesta de San Lucas el 18 de octubre, fecha en la que honramos su vida, su obra y su fidelidad. Es patrono de los médicos, los artistas, los pintores, los escritores y los cirujanos, y modelo para quienes anuncian la Buena Nueva con palabras y con la vida.
Oración profunda a San Lucas evangelista
San Lucas, médico del cuerpo y del alma, discípulo amado y evangelista del amor de Dios, tú que escribiste con la tinta del Espíritu y el fuego de la fe, intercede por nosotros, para que también sepamos anunciar el Evangelio con claridad, ternura y verdad.
Tú que contemplaste el rostro misericordioso de Cristo y lo diste a conocer al mundo, ayúdanos a mirar a cada persona con compasión, a levantar al caído, a sanar al herido, a proclamar la esperanza. Tú que escribiste la historia de la Iglesia naciente, acompaña a la Iglesia de hoy en su camino, para que sea siempre fiel, audaz y abierta al Espíritu Santo.
Ruega por los médicos, para que curen con ciencia y con alma. Ruega por los artistas, para que comuniquen belleza y verdad. Ruega por nosotros, para que la Palabra de Dios no sea letra muerta, sino vida que transforma. San Lucas evangelista, ruega por nosotros. Amén.