San Simón Stock: El Santo de la Virgen del Carmen y el Escapulario
San Simón Stock es una de las figuras más queridas en la tradición carmelita. Este santo inglés es recordado, sobre todo, por haber recibido de la Virgen María el Escapulario del Carmen, una prenda sagrada que se convirtió en un símbolo de protección y devoción mariana en la Iglesia. Su vida fue un testimonio de fe, oración y amor a la Virgen María, y su legado sigue vivo en millones de fieles que llevan con devoción el santo escapulario.
Infancia y Vocación de San Simón Stock
San Simón Stock nació en Inglaterra, alrededor del año 1165. Desde su juventud, sintió un profundo amor por la oración y la vida eremítica. La tradición cuenta que, siendo aún joven, se retiró a vivir en soledad dentro de un tronco hueco de un árbol, razón por la cual se le conoce como “Stock” (que significa “tronco” en inglés).
En su retiro, llevaba una vida de penitencia y oración, buscando una unión más profunda con Dios. Con el tiempo, sintió el llamado a ingresar a la Orden del Carmen, una comunidad de ermitaños que había llegado de Tierra Santa y que buscaba establecerse en Europa.
San Simón Stock y la Orden del Carmen
A medida que la Orden Carmelita crecía en Europa, enfrentaba numerosos desafíos. Los carmelitas, que originalmente eran ermitaños en el Monte Carmelo (Tierra Santa), se vieron obligados a trasladarse a Europa debido a la persecución de los musulmanes. Una vez en Occidente, la orden tuvo dificultades para ser aceptada por otras órdenes religiosas y por la sociedad de la época.
En medio de esta crisis, San Simón Stock fue elegido Superior General de la Orden en 1247. Su liderazgo fue clave para la expansión y consolidación de los carmelitas en Europa. Sin embargo, el desafío era enorme, y Simón recurrió a la intercesión de la Virgen María para que protegiera a su orden.
La Aparición de la Virgen del Carmen y el Escapulario
El 16 de julio de 1251, mientras San Simón Stock oraba fervorosamente por la Orden del Carmen, tuvo una visión extraordinaria: la Virgen María se le apareció rodeada de ángeles, sosteniendo en sus manos el Escapulario del Carmen.
La Virgen le dijo:
«Recibe, querido hijo, este Escapulario de tu Orden. Será un privilegio para ti y para todos los carmelitas. Quien muera con él no padecerá el fuego eterno.»
Este mensaje trajo esperanza y confianza a la Orden Carmelita y a toda la Iglesia. La promesa de la Virgen significaba que quienes usaran el escapulario con devoción y vivieran en gracia, recibirían su especial protección y la promesa de salvación.
Este evento marcó el inicio de la devoción al Escapulario del Carmen, que se extendió rápidamente y fue aprobado por numerosos Papas a lo largo de los siglos.
El Legado de San Simón Stock
San Simón Stock dedicó el resto de su vida a fortalecer la Orden del Carmen, promoviendo la devoción mariana y asegurando el crecimiento de la espiritualidad carmelita. Bajo su liderazgo, la orden se expandió por toda Europa y obtuvo el reconocimiento oficial de la Iglesia.
San Simón Stock falleció el 16 de mayo de 1265, en Burdeos, Francia. Aunque nunca fue canonizado formalmente, su culto fue aprobado y su fiesta se celebra cada 16 de mayo, especialmente en la Orden del Carmen.
El Escapulario del Carmen y su Significado
El Escapulario del Carmen se convirtió en uno de los sacramentales más importantes de la Iglesia Católica. Es un signo de la protección maternal de la Virgen María y un llamado a vivir una vida cristiana comprometida.
La Iglesia enseña que quienes lo llevan con fe y devoción, cumplen los mandamientos y confían en la intercesión de la Virgen, recibirán su ayuda en la hora de la muerte.
Una de las promesas más bellas asociadas al Escapulario es el privilegio sabatino, según el cual María intercederá por quienes lo lleven con devoción y les ayudará a salir del purgatorio el sábado siguiente a su muerte.
Oración a San Simón Stock y a la Virgen del Carmen
Oh glorioso San Simón Stock, elegido por la Virgen del Carmen para recibir su Santo Escapulario,
tú que confiaste plenamente en su maternal intercesión,
enséñanos a vivir con fe y devoción,
siguiendo el camino de la oración y la entrega a Dios.
Madre Santísima del Carmen,
tú que prometiste proteger a quienes lleven con amor tu santo escapulario,
cúbrenos con tu manto y guíanos hacia tu Hijo Jesús.
San Simón Stock, fiel siervo de María,
intercede por nosotros para que podamos vivir en gracia,
y alcanzar la salvación prometida por la Reina del Cielo.
Amén.
