Santa Martina, Virgen y Mártir: Protectora contra Terremotos y Tormentas
Santa Martina nació en Roma en el siglo III, en el seno de una familia noble. Desde joven, mostró una profunda devoción a la fe cristiana. Tras quedar huérfana, decidió dedicar su vida a la oración y la caridad, distribuyendo sus bienes entre los pobres.
Durante el reinado del emperador Alejandro Severo (222-235), Martina fue arrestada por su fe. Según la tradición, fue sometida a múltiples tormentos por negarse a renunciar a su fe y a sacrificar a los dioses paganos. Entre los tormentos que sufrió, se cuenta que fue golpeada, azotada y sometida a aceite hirviendo. En una ocasión, fue arrojada a los leones, pero estos no la atacaron.
Finalmente, Martina fue decapitada, probablemente en el año 235. Su valentía y firmeza en la fe la convirtieron en un símbolo de resistencia y devoción cristiana. En 1634, el Papa Urbano VIII descubrió sus reliquias y promovió su culto, fijando su fiesta el 30 de enero.
¿Por qué el 30 de enero?
La fecha del 30 de enero se celebra en honor a Santa Martina porque este fue el día en que se descubrieron sus reliquias en 1634. El Papa Urbano VIII, al encontrar su sepultura, decidió establecer esta fecha para conmemorar su martirio y promover su devoción en toda la Iglesia.
Oración a Santa Martina, Virgen y Mártir
Oh gloriosa Santa Martina, virgen y mártir, que con tu valentía y fe inquebrantable enfrentaste los tormentos y la muerte por amor a Cristo, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Señor. Ayúdanos a ser firmes en nuestra fe y a seguir tu ejemplo de dedicación y sacrificio. Que tu espíritu de servicio y tu valentía nos inspiren a vivir una vida de amor y entrega a Dios. Amén.
Santa Martina, protectora contra terremotos y tormentas, ruega por nosotros.