San Cristóbal, protector de los viajeros y los conductores
San Cristóbal es uno de los santos más populares y venerados de la Iglesia Católica. Su nombre significa «portador de Cristo» y se le atribuye el milagro de haber llevado al Niño Jesús sobre sus hombros a través de un río. Por esta razón, se le considera el patrono de los viajeros y los conductores, que le invocan para pedir su protección y ayuda en sus desplazamientos. ¡San Cristóbal protector de los conductores!
La historia de San Cristóbal se basa en una antigua leyenda que narra cómo era un gigante pagano llamado Réprobo, que buscaba servir al rey más poderoso del mundo. Sin embargo, se decepcionó al ver que el rey temía al diablo, y que el diablo temía a la cruz. Entonces, decidió servir a Cristo, y para ello se puso al servicio de un ermitaño que le enseñó la fe cristiana y le indicó que debía dedicarse a ayudar a los viajeros a cruzar un río peligroso.
Un día, mientras realizaba su labor, sintió que alguien le llamaba desde la orilla. Era un niño que quería pasar al otro lado. San Cristóbal lo cargó sobre sus hombros y empezó a caminar por el río. Pero a medida que avanzaba, el niño se hacía más pesado, hasta que parecía que llevaba el peso del mundo. Al llegar a la otra orilla, el niño le reveló que era el mismo Cristo, y que le había puesto a prueba. Le dijo que se llamara Cristóbal, y le prometió que quien invocara su nombre con fe no moriría de forma repentina ni violenta.
Desde entonces, San Cristóbal protector de los conductores se convirtió en un ferviente predicador del Evangelio, hasta que fue martirizado por orden del emperador romano Decio. Su fiesta se celebra el 25 de julio, y es tradicional bendecir los vehículos y las medallas con su imagen en ese día. San Cristóbal es un ejemplo de generosidad, servicio y confianza en Dios, que nos anima a seguir sus pasos y a llevar a Cristo en nuestro corazón.