Santa Bárbara, protectora contra los rayos, las tormentas y las explosiones
¿Sabías que Santa Bárbara es la patrona de los que trabajan con fuego, electricidad y explosivos? Su historia es una de las más dramáticas y conmovedoras de la tradición cristiana. Según la leyenda, Santa Bárbara era una joven muy bella que vivía en el siglo III en Nicomedia, una ciudad de Asia Menor. Su padre, Dióscoro, era un hombre rico y pagano que la encerró en una torre para protegerla de los pretendientes y de la influencia del cristianismo. ¡Santa Bárbara protectora contra las tormentas!
Pero Santa Bárbara se convirtió al cristianismo en secreto y pidió a los obreros que construían su torre que le hicieran una tercera ventana, en honor a la Santísima Trinidad. Cuando su padre se enteró de su fe y de su desobediencia, se enfureció y la llevó ante el gobernador romano, quien la condenó a morir decapitada. Dióscoro mismo se encargó de ejecutar la sentencia, pero al instante de hacerlo, un rayo cayó sobre él y lo mató.
Desde entonces, Santa Bárbara es invocada como protectora contra los rayos, las tormentas y las explosiones. Su fiesta se celebra el 4 de diciembre y es muy popular en muchos países, especialmente en España y América Latina. Los mineros, los bomberos, los artilleros, los pirotécnicos y los electricistas la tienen como su patrona y le piden su intercesión para evitar accidentes. También se le atribuyen milagros de curación y liberación.
Santa Bárbara nos enseña a ser fieles a nuestra fe y a no temer a las amenazas del mundo. Su ejemplo nos anima a confiar en Dios y a pedirle su protección en los momentos de peligro. Su oración dice así:
Oh gloriosa Santa Bárbara,
que por tu admirable fe
fuiste hecha digna del cielo,
y por tu gran fortaleza
venciste las persecuciones
y alcanzaste la corona del martirio,
ruega por nosotros,
para que podamos imitar tu virtud
y obtener tu poderosa intercesión
contra los rayos, las tormentas
y las explosiones.
Amén.
