San Norberto: Apóstol de la Eucaristía y Fundador de los Premonstratenses
San Norberto de Xanten (c. 1080-1134) fue un noble alemán que, tras una profunda conversión, renunció a su vida acomodada para dedicarse por completo a la predicación del Evangelio y la reforma de la Iglesia. Su amor por la Eucaristía y la Virgen María lo llevaron a fundar la Orden de los Premonstratenses, una comunidad de canónigos regulares dedicada a la vida apostólica y monástica. Su fiesta se celebra el 6 de junio, día en que entregó su alma a Dios después de una vida de santidad y servicio.
Juventud: Un Noble en Búsqueda de Placeres
San Norberto nació alrededor del año 1080 en Xanten, Alemania, en una familia noble. Desde joven, recibió una esmerada educación y fue destinado a la carrera eclesiástica, aunque sin verdadero compromiso religioso. Gracias a su nobleza, obtuvo un puesto de prestigio en la corte del emperador Enrique V, viviendo una vida de placeres y comodidades.
A pesar de su estado clerical, Norberto no llevaba una vida piadosa. Prefería los lujos y el entretenimiento antes que la oración y el sacrificio. Sin embargo, Dios tenía otros planes para él.
Conversión de San Norberto: Un Rayo Cambia su Vida
En el año 1115, mientras cabalgaba por el bosque, fue sorprendido por una tormenta repentina. Un rayo cayó a su lado, arrojándolo al suelo y dejándolo inconsciente. Cuando despertó, sintió un profundo temor de Dios y comprendió que su vida debía cambiar radicalmente.
Este evento marcó el inicio de su conversión. Renunció a su vida de comodidades, dejó la corte y se retiró a la oración y la penitencia. Se ordenó sacerdote y comenzó a recorrer Alemania y Francia predicando la conversión, la pobreza y el amor a la Eucaristía.
Fundación de la Orden Premonstratense
En su afán por reformar la vida eclesiástica y fortalecer la evangelización, Norberto fundó en 1120 la Orden de los Canónigos Regulares Premonstratenses, en la abadía de Prémontré, Francia. Estos canónigos combinaban la vida monástica con el apostolado, dedicándose a la predicación, la enseñanza y la administración de los sacramentos.
Los Premonstratenses, también llamados Norbertinos, vivían bajo la Regla de San Agustín, con un profundo amor por la Eucaristía y la Virgen María. Su espiritualidad se basaba en la oración, la pobreza y el servicio a la Iglesia.
Gracias a su carisma, la orden creció rápidamente y se extendió por toda Europa, fortaleciendo la fe en tiempos de crisis.
Defensor de la Eucaristía y Obispo de Magdeburgo
San Norberto no solo fue un gran predicador, sino también un ferviente defensor de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. En una época en la que algunos negaban este misterio, él promovió la adoración y la devoción al Santísimo Sacramento, combatiendo herejías y renovando la fe del pueblo.
En 1126, fue nombrado arzobispo de Magdeburgo, en Alemania. A pesar de su humildad y rechazo inicial, aceptó el cargo y emprendió una profunda reforma en la diócesis. Su lucha contra la corrupción y su insistencia en la vida evangélica le ganaron enemigos, pero también transformaron espiritualmente la Iglesia local.
Muerte y Canonización de San Norberto
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por la enfermedad, pero continuó sirviendo a la Iglesia con humildad y entrega. Murió el 6 de junio de 1134, en Magdeburgo, rodeado de sus hermanos en la fe.
Fue canonizado en 1582 por el Papa Gregorio XIII y hoy es venerado como patrono de la Eucaristía y de los Premonstratenses.
Razón de su Festividad el 6 de Junio
La Iglesia celebra a San Norberto el 6 de junio, día de su tránsito al cielo. Es una fecha especial para recordar su ardor misionero, su amor por la Eucaristía y su entrega total a la voluntad de Dios.
En este día, la Orden Premonstratense renueva su compromiso con la evangelización y la vida de oración, siguiendo el legado de su santo fundador.
Oración a San Norberto
Oh glorioso San Norberto,
apóstol de la Eucaristía y reformador de la Iglesia,
que con celo ardiente predicaste la verdad del Evangelio,
inflama nuestros corazones con el amor a Cristo sacramentado.
Tú que renunciaste a los placeres del mundo
para seguir a Cristo en pobreza y humildad,
enséñanos a buscar la gloria de Dios antes que la nuestra.
Oh santo obispo de Magdeburgo,
defensor de la fe y protector de la Iglesia,
intercede por nosotros para que seamos fieles a nuestra vocación
y nunca nos apartemos del camino del Señor.
San Norberto, siervo de la Virgen María
y fundador de los Premonstratenses,
guíanos en nuestra misión de evangelizar y servir con amor.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén