San Pelagio de Córdoba: El mártir adolescente que defendió su fe y su pureza
San Pelagio de Córdoba es un joven mártir cristiano que, con tan solo trece años, ofreció su vida en defensa de su fe y de su pureza, resistiendo con firmeza las propuestas del califa musulmán Abderramán III. Su sangre derramada en Córdoba en el siglo X se convirtió en semilla de santidad, valentía y fidelidad para las generaciones futuras, especialmente para la juventud cristiana.
Su historia está marcada por la luz de la gracia, el valor ante la amenaza y una madurez espiritual que sobrepasa los límites de la edad. Pelagio no es solo un ejemplo para adolescentes; es un faro de resistencia espiritual frente a las seducciones del poder y la mentira.
El contexto: persecución en la España musulmana
Pelagio nació alrededor del año 911 en Galicia, al norte de España, durante un tiempo de gran tensión política y religiosa. La península ibérica estaba dividida entre los reinos cristianos del norte y el Califato de Córdoba al sur, que imponía con frecuencia tributos y capturaba cristianos como rehenes o esclavos.
A los diez años, Pelagio fue enviado como rehén a Córdoba en un intercambio diplomático fallido entre los musulmanes y su tío, el obispo Hermogio de Tuy, quien había sido capturado previamente por las fuerzas del califa Abderramán III. El obispo fue liberado, pero Pelagio quedó retenido en su lugar, prisionero en un mundo ajeno y hostil a su fe.
Prueba de fe y martirio glorioso
Durante tres años, Pelagio fue prisionero en la corte de Córdoba. Allí llamó la atención por su belleza física, su educación cristiana y su entereza moral. El califa, impresionado por su porte y su firmeza, intentó persuadirlo con promesas de poder, riquezas y privilegios si renunciaba a su fe y se convertía al Islam. Además, le ofreció una posición en su corte y buscó seducirlo con propuestas impuras.
Pero Pelagio, sin vacilar, rechazó rotundamente todos los intentos de corrupción espiritual y moral, declarando que prefería morir antes que traicionar a Jesucristo o manchar su alma. Ante tal firmeza, Abderramán ordenó su tortura y ejecución pública. Pelagio fue desgarrado lentamente por tenazas de hierro y finalmente decapitado, ofreciendo su vida con dignidad y gozo por amor a Cristo.
Su martirio ocurrió hacia el año 925. Su cuerpo fue recogido por cristianos y venerado como testimonio de fidelidad heroica.
¿Cuándo se celebra a San Pelagio de Córdoba?
La Iglesia celebra la memoria de San Pelagio mártir el 26 de junio, especialmente en Galicia, León, Asturias y Córdoba. Su fiesta nos recuerda el valor de la castidad, la fidelidad a la fe y la fortaleza de espíritu incluso en la más temprana juventud.
San Pelagio es considerado patrono de la juventud cristiana, y su ejemplo sigue siendo actual en un mundo donde los valores del Evangelio son muchas veces puestos a prueba.
Oración profunda a San Pelagio de Córdoba
San Pelagio, niño valiente de Cristo, testigo puro del Evangelio, tú que preferiste la corona del martirio antes que la mentira del poder o la corrupción del cuerpo, intercede por nosotros, para que sepamos guardar el alma limpia, firme y generosa en todo momento.
Tú que con apenas trece años enfrentaste al mundo con los ojos puestos en el Cielo, enséñanos a no tener miedo, a decir “no” cuando el pecado se disfraza de privilegio, a mantenernos fieles en lo pequeño y en lo grande.
Ruega por los jóvenes, especialmente por aquellos tentados por la confusión, por el relativismo, por los falsos ídolos. Sé su escudo, su voz interior, su amigo en el combate. Ayúdanos a creer, como tú, que ninguna promesa humana puede igualar el amor eterno de Jesús.
Que tu sangre, derramada por Cristo, inspire a toda la Iglesia a vivir con autenticidad, pureza y valentía. San Pelagio mártir, ruega por nosotros. Amén.