Oración por la protección
En un mundo lleno de incertidumbre, peligros y desafíos, confiar en la protección de Dios es un acto de fe que nos llena de paz. La vida está marcada por momentos de dificultad, pero la presencia de Dios nos resguarda y nos fortalece. Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestro escudo en tiempos de tribulación. La oración por la protección no significa que no enfrentaremos pruebas, sino que confiamos en que Dios nos sostendrá en medio de ellas. La protección divina no solo abarca la seguridad física, sino también la defensa de nuestra alma contra el mal, el pecado y las tentaciones.
Jesucristo nos enseñó a confiar plenamente en el Padre, a pedir su amparo y a vivir bajo su gracia. Asimismo, la intercesión de la Virgen María, nuestra Madre, nos cubre con su manto y nos lleva de la mano hacia el refugio seguro del Corazón de Jesús.
Elevemos una oración pidiendo la protección de Dios sobre nosotros, nuestras familias y el mundo entero, confiando en su amor infinito.
Oración por la protección
Señor Dios todopoderoso, mi refugio y fortaleza, hoy me postro ante Ti con humildad para pedirte que extiendas tu mano poderosa sobre mi vida y la de todos aquellos que amo. Protégeme, Señor, de todo mal, de todo peligro y de toda amenaza que pueda acechar mi cuerpo y mi alma.
Padre amado, en Ti confío, pues sé que eres mi escudo y mi guardián. Ilumina mi camino, líbrame de todo daño y guíame por sendas de paz y seguridad. No permitas que el miedo o la incertidumbre invadan mi corazón, porque sé que en tu amor encuentro amparo y fortaleza.
Señor, protege también a mi familia, a mis amigos y a todas las personas del mundo. Defiéndenos de las adversidades, de las enfermedades, de las injusticias y de las obras del enemigo. Rodéanos con tus ángeles, para que nos guíen y custodien en cada paso que damos.
Virgen María, Madre amorosa, cúbrenos con tu manto de protección. Tú que eres refugio de los afligidos y auxilio de los cristianos, intercede por nosotros y llévanos siempre al Corazón de tu Hijo.
Señor, en Ti confío, en Ti descanso y en Ti encuentro seguridad. No temeré, porque sé que tu amor me sostiene y tu poder me resguarda.
Amén.
La oración por la protección nos recuerda que no estamos solos en los momentos de peligro o incertidumbre. Dios nos cuida con amor infinito y nos concede su paz cuando confiamos en Él. Recurramos a la oración con fe, pidiendo su amparo y entregándonos con confianza a su divina providencia. Que la Virgen María y los santos ángeles nos acompañen siempre en nuestro caminar.